miércoles, 24 de marzo de 2010

FPDS

Frente Popular Darío Santillán

Así como entendemos imprescindible la organización estudiantil para librar diversas luchas dentro de la Universidad para todos, creemos que nuestro marco de acción no debe estar exento del contexto social que nos rodea. Para ello, hemos avanzado en la articulación con organizaciones sociales de diferentes sectores; ocupados, desocupados, campesinos y grupos culturales. El proyecto que engloba esta idea multisectorial, amplia y autónoma, se llama Frente Popular Darío Santillán, en homenaje permanente a uno de los asesinados (junto a Maxi Kosteki) en la Masacre de Avellaneda del 26 de Junio de 2002.
Tenemos los mismos principios que compartimos como COPA, con tres consignas irrenunciables: trabajo, dignidad y cambio social...

¿Que es el Frente Popular Darío Santillán?

El Frente Popular Darío Santillán es un movimiento social y político, multisectorial y autónomo. Se lo denomina Frente porque nace en el 2004 a partir de la confluencia de distintas organizaciones, mayoritariamente de trabajadores desocupados, con distintos perfiles ideológicos, pero que coincidían en el antimperialismo, el anticapitalismo, la construcción del poder popular, y en la necesidad de transitar un proceso de unidad basado en el desarrollo de prácticas comunes y reflexión compartida.
La denominación de Popular se corresponde con la valoración de que en nuestro país (y en el mundo), con las grandes transformaciones producidas en la economía capitalista en las últimas décadas, con la generación de “los abandonados”(caracterizados como poblaciones excedentes), con la aparición de cuentapropistas y pequeños propietarios que son asalariados encubiertos y profesionales proletarizados, que establecen nuevas formas de vinculación con la explotación capitalista y por otro lado capas gerenciales y burocráticas que sin ser dueños de los medios de producción comparten los beneficios del sistema, se han producido cambios que debemos considerar cuando pretendemos caracterizar al sujeto de las grandes transformaciones sociales. Este sujeto ya no puede limitarse a la clase obrera ocupada formalmente, sino que abarca a un conjunto de sectores sociales que son víctimas directas o indirectas del capitalismo y que sólo pueden realizarse como tales en tanto protagonicen cambios revolucionarios, por lo que decimos que el sujeto es plural o multisectorial, y lo denominamos como pueblo trabajador, o como pueblo. Este reconocimiento de la pluralidad del sujeto no atribuye a todos los sectores el mismo peso estratégico, ya que reconocemos potencialidades diferentes de acuerdo al lugar que ocupan en la producción, sus posibilidades de acumular triunfos y organizarse, desde sus dimensiones cuantitativas y desde su experiencia de lucha.
Nuestra organización se denomina Darío Santillán en homenaje a un compañero que participaba en una de las organizaciones fundadoras del Frente: el Movimiento de Trabajadores Desocupados de Lanús, integrante del MTD Anibal Verón, que fue asesinado junto a otro compañero piquetero, Maximilano Kosteki, el 26 de junio de 2002, en una jornada de lucha desarrollada en el Puente Pueyrredón, Avellaneda, Provincia de Buenos Aires. Darío Santillán, asesinado a los 21 años, fue y es un referente muy importante y sintetiza los valores humanos y la conciencia política de las jóvenes generaciones que, desde un compromiso concreto con las reivindicaciones mas urgentes de nuestro pueblo, luchan con vocación de impulsar cambios revolucionarios.
Decimos que el Frente Popular Darío Santillán es un movimiento, porque los distintos perfiles ideológicos originarios se fueron sintetizando en una identidad común, que reconoce matices y discusiones abiertas, pero no al punto de alentar la formación de tendencias. El proceso de síntesis política ha sido alentado por una voluntad colectiva de evitar discutir “desde las bibliotecas”, y procurar discutir siempre a partir de las incógnitas que nos van presentando nuestras prácticas, la coyuntura política del país y nuestra propia construcción.
Decimos que es un movimiento social y político, porque para nosotros las luchas sociales y políticas no son compartimentos estancos. Pensamos que toda lucha social es política y que no hay lucha política sin carnadura social. Valoramos a la conciencia política y a la conciencia de clase como procesos, y no como objetos que se introducen artificialmente desde afuera por intelectuales esclarecidos.
Decimos que nuestro movimiento es multisectorial porque si es cierto que en su origen, y en el actual desarrollo, hay un peso decisivo de las organizaciones territoriales de trabajadores desocupados, se han desarrollado también agrupaciones estudiantiles, núcleos sindicales, agrupaciones territoriales de carácter vecinal, expresiones culturales, espacios de jóvenes y de mujeres.
Decimos que nuestro movimiento es autónomo, porque la reivindicación de la autonomía es parte de nuestra experiencia y de nuestra concepción. De nuestra experiencia, porque nuestros movimientos de desocupados se forjaron luchando por nuestro derecho a exigir y decidir sobre el trabajo a realizar con los planes de empleos, conquistados durante los primeros cortes de ruta que fueron brutalmente reprimidos, disputando con el aparato político clientelar de los partidos gobernantes (Justicialismo y Alianza).
De nuestra concepción, porque nosotros nos definimos como autónomos del Estado, los partidos, las iglesias y las centrales sindicales. Porque nos sentimos herederos de todas las experiencias históricas con vocación de promover la autonomía política de los trabajadores. Porque el trazo grueso de nuestra política se genera en las Asambleas de base.
Nuestra ubicación en el contexto histórico nacional. EL Frente Popular Darío Santillán pertenece a la generación de organizaciones jóvenes de la Argentina, cuyos antecedentes se forjaron a finales de los 90, tuvieron una gran exposición pública y mediática con los acontecimientos del 2001, y se consolidaron organizativamente en los años posteriores. Está formada esencialmente por hombres y mujeres jóvenes (su promedio de edad no supera los 30 años) que provienen de la lucha social y que no han pasado por estructuras partidarias. Sin embargo, una mirada histórica nos permite encontrar vasos comunicantes con las generaciones del ´60 y ´70, influenciadas por la figura del Che, los procesos anticoloniales en África, la experiencia china, la guerra de Vietnam y el mayo francés. En lo local, las referencias más fuertes son la experiencia anarcosindicalista de principios del siglo XX; el 17 de octubre del 45 y la “resistencia peronista” (1955-1969); las puebladas (1969-1973)inauguradas por el Cordobazo; las coordinadoras interfabriles (1974-1975) y las luchas de resistencia contra la dictadura, simbolizadas por las Madres de Plaza de Mayo(1976-1983). La circustancias de que en nuestro país la experiencia de lucha de los trabajadores fue muy profunda y prolongada, explica en parte por qué rápidamente pudieron construirse movimientos territoriales que organizaron a trabajadores desocupados.
¿Cuáles son nuestros principos organizativos? Nuestros principios organizativos son: la democracia de base, la formación, la lucha, y la autogestión. Entendemos por democracia de base como el ejercicio democrático para la toma de decisiones. La ejecutamos en las asambleas que se realizan periódicamente en todos las agrupaciones de base, en los plenarios sectoriales (estudiantiles, territoriales, sindicales, etcétera) y en los plenarios nacionales, donde delegados con mandato de base consensúan las decisiones políticas generales. Entendemos por formación la reflexión colectiva sobre nuestra práctica, y la incorporación de conocimientos surgidas de otras experiencias de lucha emancipatoria. En un nivel inicial utilizamos la metodología de educación popular, que promueve un diálogo de saberes. Entendemos a la lucha no solo como la forma mas adecuada para exigir nuestras reivindicaciones y avanzar en la transformación de la sociedad, sino también como una parte constitutiva de nuestra formación política. En nuestra experiencia hemos apelados a la acción directa como principal forma de lucha: cortes de rutas y de calles, movilizaciones, ocupaciones, escraches. Entendemos a la autogestión como la libre decisión sobre el destino de los recursos generados por nuestro propio trabajo, recibidos solidariamente, expropiados a empresas capitalistas o arrancados al Estado. En lo que hace al desarrollo de nuestros propios trabajos productivos (huertas, granjas, carpinterias, herrerías, talleres textiles y de serigrafía, tambo, panaderías, entre otros) promovemos la creación de redes de consumidores y la construcción de una economía alternativa, pensada como aporte a la resistencia al sistema capitalista.
Nuestra concepción sobre el cambio social. Nosotros entendemos al cambio social como una práctica a promover cotidianamente y como un objetivo en el tiempo. Pensamos a nuestras propias construcciones sociales y políticas como prefigurativas de una nueva sociedad. Por eso tenemos vocación de promover aquí y ahora nuevos valores, nuevas relaciones sociales y de trabajo, nuevas formas de luchar y de actuar políticamente, nuevas formas de relación entre mujeres y hombres, entre hijos y padres, nuevas manifestaciones culturales.
Con respecto al objetivo en el tiempo, le ponemos el nombre de socialismo, asimilándolo a la idea de crear una sociedad sin explotadores, pero acordando que serán los propios pueblos que protagonicen esos cambios quienes darán contenidos a esas ideas.

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